Dando una vuelta en Santiago. Tengo mi título en mano y ahora en la noche voy a escuchar a Pavement. Ando contento.
Por cierto, Santiago se ve mucho más ordenado que cuando me fui. Menos puestos de comercio ambulante, más limpio, pero también más abandonado. Las torres de San Borja que están por metro católica tienen menos vagos, pero tiene más rayados y menos negocios funcionando. ¿Qué fue de los vagos, los echaron a otro lado no más o qué? Se siente menos vivo todo curiosamente.
No sé cuando viniste la última vez, pero después de la pandemia la bohemia no se ha recuperado tanto. La gente sale menos, las botis cierran más temprano (a las 12 ya cierran, cuando antes cerraban el máximo que les permitía la ley). Es brígido el cambio. Hay gente que le echa la culpa a la delincuencia, lo cual debe ser un factor, pero me imagino que la pandemia en sí cambio muchos hábitos de la gente.
Incluso en zonas residenciales, hay pocos cabros chicos afuera jugando (porque también hay menos cabros chicos), pero todo ese ambiente de que se vea más desolado hace que todo sea menos vivo.
Sobre los vagabundos, muchas veces los corretean no más y van y vuelven.
Me imagino que harán falta cambios generacionales para que las cosas ganen vida otra vez.
Dando una vuelta en Santiago. Tengo mi título en mano y ahora en la noche voy a escuchar a Pavement. Ando contento.
Por cierto, Santiago se ve mucho más ordenado que cuando me fui. Menos puestos de comercio ambulante, más limpio, pero también más abandonado. Las torres de San Borja que están por metro católica tienen menos vagos, pero tiene más rayados y menos negocios funcionando. ¿Qué fue de los vagos, los echaron a otro lado no más o qué? Se siente menos vivo todo curiosamente.
No sé cuando viniste la última vez, pero después de la pandemia la bohemia no se ha recuperado tanto. La gente sale menos, las botis cierran más temprano (a las 12 ya cierran, cuando antes cerraban el máximo que les permitía la ley). Es brígido el cambio. Hay gente que le echa la culpa a la delincuencia, lo cual debe ser un factor, pero me imagino que la pandemia en sí cambio muchos hábitos de la gente. Incluso en zonas residenciales, hay pocos cabros chicos afuera jugando (porque también hay menos cabros chicos), pero todo ese ambiente de que se vea más desolado hace que todo sea menos vivo.
Sobre los vagabundos, muchas veces los corretean no más y van y vuelven.
Me imagino que harán falta cambios generacionales para que las cosas ganen vida otra vez.